Aunque por el torrente sanguíneo circulan muchas hormonas diferentes,
cada tipo de hormona está diseñado para repercutir solamente sobre determinadas células.
Existen tres clases generales de hormonas:
1. Proteínas y polipéptidos: Polipéptidos con 100 o + aminoácidos = proteínas Polipéptidos con 100 o – aminoácidos = péptidos Son hormonas secretadas por la adenohipófisis, la neurohipófisis, el páncreas y las paratiroides.
2. Esteroides: Secretados por la corteza suprarrenal, ovarios y placenta. Se sintetizan a partir del colesterol. Son liposolubles, por lo que una vez sintetizados se difunden a través de la membrana celular, penetran el líquido intersticial y posteriormente la sangre.
3. Derivados del aminoácido tirosina: Son secretadas por la tiroides y la médula suprarrenal. Se forman por acción de las enzimas situadas en el citoplasma de las células glandulares.
Receptores de hormonas y su activación
La acción de una hormona comienza con su unión a un receptor específico de la célula efectora. Las células que carecen de receptores para una hormona no responden a ella. Cuando una hormona se combina con su receptor (que suele ser muy específico para cada hormona) se desencadena una serie de funciones en la célula. Los receptores hormonales son proteínas de gran tamaño y normalmente se encuentran en: La superficie de la membrana celular El citoplasma celular
Existen tres clases generales de hormonas:
1. Proteínas y polipéptidos: Polipéptidos con 100 o + aminoácidos = proteínas Polipéptidos con 100 o – aminoácidos = péptidos Son hormonas secretadas por la adenohipófisis, la neurohipófisis, el páncreas y las paratiroides.
2. Esteroides: Secretados por la corteza suprarrenal, ovarios y placenta. Se sintetizan a partir del colesterol. Son liposolubles, por lo que una vez sintetizados se difunden a través de la membrana celular, penetran el líquido intersticial y posteriormente la sangre.
3. Derivados del aminoácido tirosina: Son secretadas por la tiroides y la médula suprarrenal. Se forman por acción de las enzimas situadas en el citoplasma de las células glandulares.
Receptores de hormonas y su activación
La acción de una hormona comienza con su unión a un receptor específico de la célula efectora. Las células que carecen de receptores para una hormona no responden a ella. Cuando una hormona se combina con su receptor (que suele ser muy específico para cada hormona) se desencadena una serie de funciones en la célula. Los receptores hormonales son proteínas de gran tamaño y normalmente se encuentran en: La superficie de la membrana celular El citoplasma celular